LA VERDADERA RAZÓN DE LA CAÍDA DE ADÁN Y EVA ----¡LA VERDAD QUE POCOS CONOCEN!
El Porqué de la Maldad
Una de las preguntas más comunes que se hacen muchas personas es: ¿Por qué si Dios es amor, permite el mal? Esta es, sin duda, una interrogante interesante que requiere ser respondida por Dios mismo a través de Su Palabra, la Biblia. En primer lugar, Dios no es el creador del pecado (Santiago 1:13), pues Él es un Dios bueno y santo ( 1 Timoteo 4:4; Lucas 18:19; Salmo 100:5). Ahora bien, según Génesis 1:31, todo lo que Dios creó era bueno, especialmente su creación suprema: El hombre. Sólo cosas buenas pueden salir de un buen Dios. Decir que Dios creó al hombre corrupto y perverso por naturaleza, resulta difícil de creer.
Ahora bien, si Dios creó al hombre bueno: ¿Por qué se volvió rebelde y malo por naturaleza? (Romanos 3:9-18). Aquí tenemos que proceder con más cuidado para comprender cómo comenzó la caída del hombre. Según las Escrituras, Dios creó libre al hombre. Le dio a la primera pareja humana libertad para que escogieran, por ellos mismos, entre la obediencia y la desobediencia. Esa ha sido siempre la “política” de Dios para con todas sus criaturas angélicas y humanas (Deuteronomio 30:15-20).
Según el Génesis, Satanás (el Diablo), el más grande ángel que cayó en desgracia por su rebelión contra Dios, poseyó o se transformó en una serpiente, y a través de ella le habló a Eva. Lo que le dijo a ella revela su carácter maquiavélico, mentiroso, y revoltoso. Él le dijo a la primera pareja que si comían del árbol prohibido no morirían sino que sería como Dios, sabiendo el bien y el mal.
El Diablo siempre busca que los hombres se rebelen contra Dios. Él busca que los hombres se crean dioses, y para tal fin ha ideado religiones y filosofías que endiosan al ser humano. Tanto el mormonismo, la “Nueva Era”, el satanismo, y otros cultos similares, pretenden hacernos creer que somos dioses o que podemos ser como Dios. El es el tentador por excelencia
La Demostración del Amor de Dios
El Sacrificio de Jesucristo
Lo mismo ocurre con Dios, el PADRE. Él se había propuesto DEMOSTRAR, de manera clara y contundente, Su carácter amoroso y misericordioso para con los hombres a través de un ACTO extraordinario y ÚNICO. Dios daría en SACRIFICIO a su propio Hijo Unigénito para la salvación de la humanidad. El texto clave es Romanos 5:10 que dice: “Mas Dios MUESTRA (o “DEMUESTRA”, según otras versiones) SU AMOR CON NOSOTROS, en que siendo pecadores, CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS”. Por su lado, el mismo Señor Jesucristo dijo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). ¿Entiende ahora que la única forma de poder saber que Dios tiene un “corazón de oro” es por medio de la entrega que Él efectuó de Su amado Hijo Unigénito, Jesucristo, para su inmolación en la cruz del Calvario a favor de los pecadores? Dios DEMOSTRÓ que realmente amaba al hombre y que quería redimirlo. Ahora nadie podría alegar que Dios era severo, duro e inflexible. Imaginémonos por un momento cómo se habrá sentido Dios al ver a Su Hijo muriendo en la Cruz. Pero Él nos dio a Su Hijo para salvarnos y así arrebatarnos de las garras del Diablo. ¡Qué extraordinario acto de amor y desprendimiento por todos nosotros de parte de Dios y de Su Hijo!¡Ambos nos amaron! (Ver Efesios 5:2). Si la primera pareja humana no hubiera caído en desgracia, entonces no hubiera sido necesario que Dios mandara a su Hijo al mundo, y en consecuencia NUNCA HUBIERAMOS CONOCIDO EL AMOR DE DIOS Y DE CRISTO POR TODOS LOS HOMBRES. ¿Se imagina usted si Cristo no hubiera muerto por nosotros?¿Amaría usted realmente a Dios y a Su Hijo? ¡Piénselo un rato! Tal vez usted sólo le tendría un respeto reverente al Creador, pero no necesariamente amor. Dios permitió la caída humana para demostrar su AMOR a los hombres. También Dios permitió la REBELIÓN satánica, porque sin este maligno espíritu, ¿quién habría tentado a la primera pareja humana? El diablo, sin saberlo, ¡sirvió a los propósitos de Dios!
La Vida Eterna: La Consumación del Amor de
Dios
El apóstol Judas dice: “Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para VIDA ETERNA”. Nótese que dice que conservemos el amor que Dios nos tiene, pues haciéndolo así ganaremos la vida eterna. Es decir, la consumación del amor de Dios para con nosotros es la herencia de la vida eterna. Esta vida eterna está con Su Hijo, la cual traerá en su segunda venida en gloria.
El amor de Dios se traduce en salvación. Salvación es ganar la vida eterna, y la vida eterna es vivir en el reino de Dios (Leer Mateo 19:16-25) Ahora somos hijos de Dios, y tenemos una comunión estrecha con el Dios Creador, implicando con ello que somos sus herederos de Sus riquezas. Dice Pablo: “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Romanos 8:17).
Resumen
Sólo el Dios de la Biblia ha demostrado Su amor por los hombres haciendo un gran sacrificio nunca antes visto para redimirlos o salvarlos de su condición caída. Ningún otro Dios de las religiones del mundo ha podido hacer semejante acto supremo de dar lo más importante que puedan tener para DEMOSTRAR Su carácter de amor y misericordia infinitos por sus adoradores. He aquí una prueba mayúscula de la superioridad de la religión cristiana sobre las otras religiones del mundo. Los cristianos tienen toda la razón del mundo para amar a Su Dios, porque Su Dios los amó primero a ellos, y como respuesta, Dios se “ganó” el recíproco amor de Sus adoradores. ¿Pueden realmente amar a sus dioses los creyentes de otras religiones cuando en realidad esos dioses no hecho ni demostrado nada simple o extraordinario por ellos? Lo máximo que podrán sentir es un temor reverente a sus dioses, pero no necesariamente un amor verdadero hacia ellos.